Anne Teresa de Keersmaeker, coreógrafa belga de danza contemporánea, que goza de cierta popularidad en su ámbito artístico, ha denunciado a Beyoncé por plagio de coreografías en su último videoclip Countdown.
En concreto, la belga afirma que sus coreografías Rosas danst Rosas y Achterland (estrenadas en 1983 y 1990) han sido copiadas. Además de los pasos de baile, también habría plagiadoel vestuario, la decoración y el diseño de producción que filmó Thierry De Mey.
Parece ser que De Keersmaeker se enteró por Facebook del asunto, cuando le preguntaron si había vendido su obra a Beyoncé, debido al enorme parecido.
La bailarina dice sentirse honrada y afirma que Beyoncé canta y baila muy bien. Pero que copiar, ha copiado. La coreógrafa ha llamado la atención sobre el hecho que "Rosas danst Rosas", un clásico ya de la danza contemporánea, tenía un componente feminista que, sin embargo, en la piel de Beyoncé "es un mero objeto sexual y de consumo".
La cuestión fundamental es primero dilucidar el grado de semejanza entre las coreografías y si la supuestamente plagiada cumplía el criterio de originalidad, para ser protegida por los derechos de autor.
La cuestión de las artes temporales, como es la coreografía, tiene el obstáculo para su protección de su inmaterialidad, salvo que se registre (lo que abre la puerta a más derechos afines).
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