Es tradicional los choques que produce la definición jurídico estética del arte.
El año pasado el video artista Bill Viola asistía a un esperpéntico acontecimiento administrativo en la frontera de Inglaterra, cuando el funcionario de turno afirmaba que los cd donde estaban grabadas sus obras no eran obras de arte, y por tanto tenía que tributar como una importación (un tipo muy superior al de las obras de arte).
Pues bien, ahora el gobierno de España está a vueltas con el IVA, que afectará a algunos ámbitos culturales, pero parece que a los toros no. Luego ¿está exceptuando los toros de la cultura?
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