miércoles, 19 de junio de 2013

La coralidad del mosaico: Una propuesta de trabajo para un arte como espacio de encuentro (VI)

Una “nueva” forma de creación artística: la coralidad del mosaico

 

La coralidad del mosaico es una propuesta ante esta situación. “Cuando los cristianos entramos en el arte, desde los inicios de la época paleocristiana, aportamos una novedad absoluta: el arte como espacio de encuentro. Por eso cuando el arte no es espacio de comunicación, de encuentro, los cristianos no conseguimos entenderlo”[1].

Una de las actividades principales del Centro Aletti de Roma, constituido como parte del Pontificio Instituto Oriental (cuyo objetivo es crear ocasiones privilegiadas de encuentro y de intercambio sobre el Cristianismo del Este europeo) y encomendado a la Compañía de Jesús, es el llamado Taller de arte espiritual, “un ambiente en el que se pueden encontrar el arte y la fe, no de manera artificial, sino en la misma creación artística; así, a nivel teórico y en el trabajo práctico, se va penetrando en la relación entre arte y lugar litúrgico. El taller está destinado a realizar obras en espacios litúrgicos”[2].

El propio Centro Aletti define el taller como un permanente lugar de trabajo comunitario, incidiendo así en que esta característica es definitoria. El objetivo no es sólo la creación artística, sino que el mismo trabajo creativo suponga también un encuentro entre el arte y la fe, entre las diversas Iglesias y los artistas. “El Taller es un espacio en donde un grupo de artistas cristianos vive, reza y trabaja juntamente. Además de diversas técnicas artísticas, se estudia en él teología, liturgia, Biblia, y espiritualidad”. Pero al encuentro al que aludíamos ante no se llega sólo de manera teórica, sino que tiene lugar “dentro del artista, y por ello se considera importante favorecer el ámbito en el que el artista puede crear dicha síntesis”[3].

El taller lo componen artistas de diversas nacionalidades y de Iglesias diferentes. Se trata de un verdadero reto para un trabajo en común, pero “la comunión es tanto más real cuanto menos dada por descontado”[4].

Rupnik se muestra firme en esta idea: “Hasta que mi equipo se mantenga unido así trabajaré. Cuando no lo haga me dedicaré a otra cosa. Predicar lo puedo hacer yo sólo, el arte no. Mientras tenga amigos, mientras nos queramos, nos perdonemos, lloremos juntos y nos alegremos juntos seguiré en el taller. Porque no se trata de arte, sino del arte de vivir, saber vivir”[5].

El trabajo en común, la coralidad del mosaico, es la gran aportación que hace el Taller. “El problema de la creatividad es un problema falso desde su origen. La creatividad se ha entendido desde siempre como una forma totalmente inventada por el sujeto. Pero teológicamente la creatividad significa aportar una nueva cualidad a la vida, hacer que la vida se haga eterna, que no muera. El único creador es Dios y esta es la verdadera creatividad. El gran aporte que nosotros hacemos a la creatividad es trabajar juntos, en equipo, porque sólo así podemos crear un mundo según el designio de Dios, según la palabra de Dios, según el misterio de la fe. Mi creatividad consiste en entrar en la lógica del amor”[6]. Esta descripción se explica perfectamente a través de dos principios capitales de la propuesta de la Doctrina Social de al Iglesia, como son el principio de solidaridad, que afirma la vinculación recíproca de los hombres que viven en sociedad, en razón de su igual naturaleza en la creación y en la redención; y el principio de convergencia hacia el bien común, aquél conjunto de condiciones sociales y espirituales que permiten a todos los miembros de la sociedad el desarrollo integral de su ser personal. Juan Pablo II en una carta dirigida al Cardenal Casaroli en 1982 creando el Pontificio Consejo para la Cultura afirmaba que “las condiciones culturales sirven de base al desarrollo de los pueblos. El progreso cultural está íntimamente ligado a la constitución de un mundo más justo y más fraterno”.



[1] Op Cit. RUPNIK, M.I. 2008. Pág. 65.
[2] VV.AA. El Centro Aletti. En  www.centroaletti.com/spa/persone/attivita.htm [última consulta 8 de abril de 2013]
[3] Ibíd. www.centroaletti.com/spa/atelier/atelier01.htm [última consulta 8 de abril de 2013]
[4] Ibíd. www.centroaletti.com/spa/atelier/atelier04.htm [última consulta 8 de abril de 2013]
[5] Op. Cit. RODRÍGUEZ VELASCO, M. y VELASCO QUINTANA, P. 2009. Pág 125.
[6] Ibíd. Pág 125.

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